
Nuestro desarrollo
como seres humanos esta fundamentado sobre cuatro pilares básico en los que
podemos trabajar según el propósito que queramos alcanzar. Estos pilares son:
-
Físico:
No es únicamente el entrenamiento de la fuerza bruta. Es también llevar una buena
alimentación, respetar nuestras horas de descanso, mejorar nuestras habilidades
coordinativas, cuidar nuestra higiene diaria…
-
Mental:
Es el entrenamiento de la observación y la toma de decisiones, el desarrollo de
nuestros procesos cognitivos. Para ello podemos leer libros, apuntarnos a
cursos formativos, o simplemente prestar atención a lo que hacemos y tratar de
hacerlo mejor en la próxima ocasión.
-
Emocional:
La gestión emocional esta ganando mucha importancia en nuestra sociedad después
de muchos años de represión. Ahora somos mucho más consciente de la importancia
que tienen las emociones sobre nuestra vida y sobre como nos condicionan. Toda
emoción tiene una función, un propósito que si somos capaces de descubrir nos
permitirá ver más haya de la lógica. Al fin y al cabo somos animales y nuestros
instintos nos han permitido sobrevivir como especie.
-
Espiritual:
A menudo confundimos la espiritualidad con la religiosidad y quiero aprovechar
para aclarar que son cosas diferentes. Cuando hablamos de espiritualidad
hablamos de aquello que hacemos por un fin mayor, algo que es mucho más grande
que nosotros mismo. Para algunos esto puede ser la religión pero para otros
serán sus hijos, la importancia de su trabajo o un hobbie. Es nuestro legado,
todas esas cosas que hagamos y que perdurarán más allá de nuestra muerte. Para
trabajar sobre este pilar es necesario preguntarnos los “¿Para que?” de las
cosas que hacemos.
Podemos trabajar
cada pilar por separado pero debemos ser conscientes de que unos están totalmente
relacionados con los otros y que el trabajo sobre cualquiera de ellos influirá significativamente
en los otros. Por ejemplo, una mala condición física repercutirá en nuestro
estado emocional haciéndonos sentir inseguros y desmotivados, lo cual nos
dificultará tener buenas ideas y hará que nos sintamos un poco perdidos. Por
otro lado, cuando encontramos una actividad que nos llena y nos hace sentir
bien nuestra motivación de dispara, nos sentimos muy enérgicos y parece que
todas las dificultades que la actividad nos plantea se resuelvan por arte de
magia.
Ahora que conoces
los cuatro pilares ya no tienes excusa para no trabajar sobre ellos. Recuerda que
el trabajo en cada pilar debe de estar orientado hacia aquello que quieres
conseguir. Ahora ¡a trabajar!
Daniel Abella
Fórmula Coaching
www.esformulacoaching.es
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