lunes, 14 de septiembre de 2015

Los 4 pilares del ser humano

Charles Darwin, hablando de la evolución, decía que no es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que mejor se adapta a los cambios del entrono. Desde que nacemos nuestro entorno nos somete a un proceso de adaptación y aprendizaje constante que continua hasta el momento de nuestra misma muerte. En un mundo tan cambiante y competitivo como en el que vivimos hoy en día, este proceso de aprendizaje o desarrollo es fundamental para nuestra supervivencia y entender como funciona nos puede resultar útil para hacerlo más eficaz.

Nuestro desarrollo como seres humanos esta fundamentado sobre cuatro pilares básico en los que podemos trabajar según el propósito que queramos alcanzar. Estos pilares son:

-       Físico: No es únicamente el entrenamiento de la fuerza bruta. Es también llevar una buena alimentación, respetar nuestras horas de descanso, mejorar nuestras habilidades coordinativas, cuidar nuestra higiene diaria…

-       Mental: Es el entrenamiento de la observación y la toma de decisiones, el desarrollo de nuestros procesos cognitivos. Para ello podemos leer libros, apuntarnos a cursos formativos, o simplemente prestar atención a lo que hacemos y tratar de hacerlo mejor en la próxima ocasión.

-       Emocional: La gestión emocional esta ganando mucha importancia en nuestra sociedad después de muchos años de represión. Ahora somos mucho más consciente de la importancia que tienen las emociones sobre nuestra vida y sobre como nos condicionan. Toda emoción tiene una función, un propósito que si somos capaces de descubrir nos permitirá ver más haya de la lógica. Al fin y al cabo somos animales y nuestros instintos nos han permitido sobrevivir como especie.

-       Espiritual: A menudo confundimos la espiritualidad con la religiosidad y quiero aprovechar para aclarar que son cosas diferentes. Cuando hablamos de espiritualidad hablamos de aquello que hacemos por un fin mayor, algo que es mucho más grande que nosotros mismo. Para algunos esto puede ser la religión pero para otros serán sus hijos, la importancia de su trabajo o un hobbie. Es nuestro legado, todas esas cosas que hagamos y que perdurarán más allá de nuestra muerte. Para trabajar sobre este pilar es necesario preguntarnos los “¿Para que?” de las cosas que hacemos.

Podemos trabajar cada pilar por separado pero debemos ser conscientes de que unos están totalmente relacionados con los otros y que el trabajo sobre cualquiera de ellos influirá significativamente en los otros. Por ejemplo, una mala condición física repercutirá en nuestro estado emocional haciéndonos sentir inseguros y desmotivados, lo cual nos dificultará tener buenas ideas y hará que nos sintamos un poco perdidos. Por otro lado, cuando encontramos una actividad que nos llena y nos hace sentir bien nuestra motivación de dispara, nos sentimos muy enérgicos y parece que todas las dificultades que la actividad nos plantea se resuelvan por arte de magia.

Ahora que conoces los cuatro pilares ya no tienes excusa para no trabajar sobre ellos. Recuerda que el trabajo en cada pilar debe de estar orientado hacia aquello que quieres conseguir. Ahora ¡a trabajar!

Daniel Abella
Fórmula Coaching
www.esformulacoaching.es


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