Tomar decisiones
importantes no es una tarea fácil. A lo largo del día nos vemos obligados a
elegir en multitud de ocasiones entre dos o más opciones y en muchos casos más
de una de las posibles alternativas nos parece atractiva. Pero la dificultad de
elegir entre varias opciones no es la decisión en sí, sino las consecuencias que
esa decisión puede desencadenar. Por un lado esta el hecho de que elegir una de
las alternativas implica necesariamente renunciar al resto y por otra parte, el
compromiso que implica tomar una elección puede ser una carga muy pesada para
muchos de nosotros.
Pero no podemos
evitar tomar decisiones. Las decisiones, al fin y al cabo, nos definen y al
mismo tiempo definen nuestro futuro. Si no tomamos decisiones somos vulnerables
a las decisiones de los demás y eso nos convierte en meras piezas de ajedrez de
una partida que no jugamos. ¿Y si deciden sacrificarnos?... Por tanto, no tomar
decisiones deja nuestro futuro en manos de los demás y por norma general eso no
es algo bueno.
Pero decidir es tan
difícil, implica tanta responsabilidad… ¿Qué puedo hacer para tomar decisiones
con más facilidad?
Para que tomar
decisiones importantes sea una tarea mas sencilla quiero compartir los tres
recursos que utilizo yo en mi vida diaria.
El primero es la confianza: Confianza
en que todo saldrá bien. Lo que tenga que ocurrir ocurrirá, pero tenemos que
estar seguros de que nuestras decisiones nos llevaran al lugar en el que
queremos estar.
El segundo recurso
es no
juzgar: Cuando tomamos una decisión y más adelante creemos que podríamos
haber elegido otra opción mejor nos juzgamos y nos castigamos sin razón. No
olvides que tomaste esa decisión por algún motivo que en ese momento tenía
sentido. Hay muchos caminos que llegan al mismo sitio si sigues andando. Por lo
que ninguna decisión es definitiva. Simplemente sigue caminando hacia la meta.
Y el último recurso
para tomar decisiones es el desapego: Hay que aprender a dejar que las
cosas fluyan. Y para que fluyan hay que permitir que las cosas se vayan para
que puedan volver. Hay una frase que me gusta mucho que dice “no es malo poseer
cosas pero no dejes que las cosas te posean a ti”. Si tomas decisiones pensando
en el miedo que tienes de perder algo no podrás tomar decisiones para ganar
algo.
Una vez que sueltes
todas esas cosas que crees que te pertenecen, confíes en que las cosas vendrán
en el momento oportuno y juzgues todas las alternativas solo como oportunidades
te resultará mucho más fácil tomar cualquier decisión.
Daniel Abella
Fórmula Coaching
www.esformulacoaching.es